viernes, 19 de mayo de 2017

Bruno Mars de día y Cri-Cri de noche

Siempre me ha gustado la música, es parte de la herencia de mi familia paterna en la que hay grandes músicxs; de hecho, Delmi, mi hermana mayor, tiene una voz hermosa y en sus tiempos de estudiante ganaba festivales de la canción. Tengo una colección que alcanza los 800 gigas con música de todo tipo y de todo el mundo. Sin embargo, como buen habitante de este rinconcito central del Caribe continental me encanta la Salsa, la Punta, el Merengue, la Bachata y el Vallenato, entre otros ritmos caribeños.

Cuando comencé a coleccionar música, gracias a la solidaridad que unx se puede encontrar en internet, jamás imaginé que también terminaría coleccionando música infantil. Desde que Sara estaba en la panza materna me dediqué a buscar y descargar música que consideré que le gustaría. Así, descargué toda la colección "Babies go", la cual incluye, entre otros, los discos "Babies go Bob Marley", "Babies go The Beattles", "Babies go Queen". También conseguí la colección "Efecto Mozart" o los discos "Bethoven for babies" y "Bach for babies". 

Pero también bajé la música que su madre escuchaba de niña, particularmente las canciones de "Los payasitos de la Tele", Miliki, Gaby y Fofó, y la que yo escuchaba en mi niñez, sobre todo las canciones de Francisco Gabilondo Soler, más conocido como "Cri-Cri". Desde que Sara era una bebita siempre la dormí con las canciones de Cri-Cri, especialmente con "Chong Ki Fu", "Bombon I", "El chorrito", "Cochinitos dormilones", "Caminito de la escuela", "La patita" y "Vals del rey". 

Como la mayoría de los personajes de las canciones eran figuras masculinas, yo me propuse cambiarlas por femeninas y sustituir la figura materna por la paterna en ciertos roles tradicionales. Así, por ejemplo, la canción "Cochinitos dormilones" pasó a ser "Cochinitas dormilonas" y la letra que todavía le canto por las noches quedó así:

Las cochinitas ya están en la cama
muchos besitos les dio su papá
y calientitas todas con pijama
dentro de un rato las tres roncarán.

[...]

La más pequeña de las tres
una cochinita linda y cortés
esa soñaba con trabajar
para ayudar a su pobre papá.

A medida que fue creciendo, a cantar las canciones le agregamos hacer lo que dicen sus letras. En otras palabras, la hora de dormir se convirtió en el momento de reir a carcajadas, hacer piruetas, dar vueltas en el aire y caer en la cama, y recibir cosquillas. Inicialmente su madre me cuestionaba porque decía que de esa manera Sara no se relajaría, pero al final se convenció de que la risa es la mejor forma de relajación para dormir.

Poco a poco la música de Cri-Cri y de Los Payasitos de la Tele se apoderaron de todos los espacios, desde el ordenador, pasando por un reproductor portátil hasta el móvil, y muy especialmente los momentos de los viajes en carro en cuya radio siempre cargo una memoria usb con mi música, pero a la que tuve que agregarle una carpeta con la "Música de Sara".

Y también con los años la música de Sara dejó de ser solo Cri-Cri y Los Payasitos de la Tele, pues aparecieron en el horizonte Bruno Mars con sus "Count on me" y "Lazy song", Shawn Mendes con su "Stitches", Malú con su "Blanco y negro" y el elenco de "Soy Luna" con sus canciones de adolescentes. Ahora cuando vamos en el carro y me animo a ponerle las canciones de los primeros me pide que las cambie, pues quiere escuchar las canciones de lxs segundxs, y a golpe de notas musicales me doy cuenta que mi niña está creciendo.

Sin duda alguna, la música me va alertando que cada día que pasa Sara va dejando pedacitos de niñez por los rincones de la vida. Pero a la hora de dormir, no hay Bruno Mars que valga, pues ella vuelve a ser mi niña y me pide que le cante o le ponga las canciones de Cri-Cri y de Los Payasitos de la Tele para arrullar su sueño. 


* La versión original de "Cochinitos dormilones" puede escucharse aquí: 


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