6 de septiembre de 2018.
Hola mi amor, hoy por la mañana cuando te desperté para ir a la escuela me invadió un torbellino de ternura al darme cuenta que exactamente hace 10 años llegaste a mi vida. Mientras te abrazaba y te decía el tradicional ¡feliz cumpleaños!, me di cuenta que realmente quien más tiene que celebrar tu vida soy yo porque no solo cambiaste la mía, también la salvaste.
Obviamente he tenido más amores a lo largo del camino que me hicieron feliz, que me llenaron y que me dieron momentos maravillosos, pero el amor que siento por vos y que sentís por mí es simplemente mágico y revolucionario; ahora que estás conmigo entiendo que sí es posible dar la vida por alguien y que soy capaz de renunciar a todo, si es necesario, por verte contenta.
En estos 10 años he visto cómo te has ido convirtiendo en una niña fuerte, sensible, solidaria, independiente, crítica y valiente. Me siento orgulloso de que tu madre y yo hayamos podido darte las herramientas para que sigás construyéndote, y te juro que si la vida me lo permite, voy a estar a tu lado para apoyarte contra viento y marea en cada una de tus decisiones, esté o no de acuerdo con ellas.
Vos sos mi vida Sara, por vos estoy dispuesto a todo y sé que en gran medida la soledad que hoy respiro se debe a mi opción radical por vos; sé también que dentro de poco te irás y mi soledad será mayor porque ahora mismo vos llenás todos mis espacios. Por eso quiero seguir disfrutando cada etapa irrepetible de tu vida.
Me siento un privilegiado de haber podido disfrutarte tanto, de tener el tiempo para estar cerca de vos, para aprender de vos. Sara, vos has sido mi escuela, gracias a vos soy una persona un poquito mejor, durante 10 años vos has sido mi mejor maestra de feminismo y paternidad igualitaria, de ternura, de pasión por la vida, de locura y de amor.
Mi vida no tendría sentido si vos no estuvieras y por eso, mi niña, en tu primera década te ratifico mi promesa de intentar cumplir diariamente lo que me decís a menudo: que soy el mejor papá del mundo. Seguiré acompañándote por el camino de la libertad y la igualdad aunque se agoten mis fuerzas, no voy a soltar tu mano aunque me corten la mía y haré todo lo que esté a mi alcance para ir "codo a codo" con vos por el sendero de tus sueños y tus proyectos.
Solo anhelo, miña filla*, que al celebrar junto a vos otra década más seás la mujer que puedo ver como reflejo en tu niñez: una mujer empoderada, libre, autónoma, solidaria, inteligente y valiente; en una palabra, que seás una bruja.
Te amo Sara.
Tu papi.
* Hija mía en gallego.